Arte académico del siglo XIX

Arte mexicano moderno y contemporáneo 

Arte académico del siglo XIX

La Escuela Mexicana de Pintura

El arte en la segunda mitad del siglo XX

Arte académico del siglo XIX

 

Introducción

En vías de lograr su emancipación la Nueva España abrió un importante paréntesis en la creación artística. En este capítulo, se ofrece una visión general de la historia del arte de Mexico como nación independiente desde que inicio y fue consumada la emancipación política hasta la actualidad.

Su importancia inmediata se entiende para comprender mejor la producción artística de nuestro país.

"La señorita Rosario Echeverria" de Pelegrin Clavé. Óleo sobre tela.

Marco Historico-cultural

Son dos pasados brillante que dan un carácter excepcional al arte mexicano: el indígena antiguo y el novohispano, pero no se detiene allí, ni la historia ni la producción de obras de gran valor estético, por el contrario, como nación independiente, México contribuye con nuevas obras de arte de primer orden universal.

"La locura de Isaabel de Portugal" de Pelegrín Clavé

Se presenta una aproximación del arte en México que tiene sus antecedentes, así como sus innovaciones, al siglo romántico. México tuvo su primer movimiento romántico durante la independencia y se manifestó con un enfoque neoclásico. El movimiento neoclásico, fue introducido en un principio al fundarse la Academia de las Nobles Artes de san Carlos en la nueva España  (1783), para fomentar el estudio de la pintura, la arquitectura y la escultura.

Se puede concluir que el movimiento neoclásico, fue utilizado en un principio, al fundarse en 1783 la academia de las nobles artes de san Carlos de la nueva España, para fomentar el estudio la pintura, la arquitectura y la escultura.

"El sereno" 1826 Claudio Lineti

Inicialmente la academia estuvo integrada por maestros europeos, principalmente españoles, quienes impartieron clases de arte. Las corrientes artísticas se estancaron  hasta 1847, año en que la academia de Bellas Artes se reorganizo  y surgió una nueva etapa.

Hacia 1867 a la Academia de bellas artes se le cambio el nombre una vez más se le denomino “Escuela nacional de bellas artes” por lo que siguió siendo el centro de cultura artística, durante el resto del siglo XIX. El primer movimiento artístico en torno a la independencia fue el Romanticismo.

Entre los principales artistas extranjeros que laboraron en nuestro país en las primeras décadas del siglo XIX, se pueden mencionar los siguientes: el italiano Claudio Linati, instauro la litografía en México. Cuando regreso a Europa público en su libro sus litografías con temas sobre trajes civiles, militares y religiosos en México.

Octavio D´Alvimar, otro artista de origen francés, que estuvo en México y que se le conoce por sus obras, como el cuadro de la Plaza Mayor de México. Donde se observa la Catedral y la plaza con peatones y caballos así como la carroza de Iturbide que se dirige a Palacio.

El pintor inglés Thomas Egerton, dejo una gran obra de pinturas costumbristas y de paisajes y publico un álbum de litografías que tituló Vistas de México.

El estilo neoclásico mostro la calma, el equilibrio y la sencillez de la línea recta y fue vehículo de la expresión de las clases altas y cultas.

"Descubrimiento del pulque" de José Obregón siglo XIX, óleo sobre tela.

 

 

Academismo y Romanticismo

Se han estudiado las décadas de la Academia antes de la reorganización de la misma en 1847. Ya renovada y organizada se puede decir que inicia el siglo de nuestro arte académico y romántico.  

 

 

Pintura

En el siglo XIX, la pintura romántica fue de gran calidad e inicio su trabajo académico con temas novedosos con tendencia hacia el mexicanismo. 

 

 "Colon ante los reyes católicos" de Juan Cordero. óleo sobre tela

Uno de los maestros de la Academia fue el español Pelegrín Clavé, quien condujo a sus discípulos hacia una pintura religiosa sentimental de una belleza ideal. Con este enfoque se hicieron  algunos buenos retratos, como el de “la señorita Echeverría”, el de don “Andrés Quintana Roo” que por su excelente calidad compitieron con los mejores de su época en Europa.



Los discípulos de estos grandes maestros realizaron obras y composiciones principalmente relacionadas con el Antiguo Testamento Y escenas representativas de Jesús.


Alcanzaron gran éxito, porque sus cuadros tenían relación con el espíritu romántico y sentimental, pero no era suficiente: se les exigía pintar temas mexicanos. 

 

"El redentor y la mujer adúltera" de Juan Cordero.

Con ejemplo de ello se puede citar “El descubrimiento del pulque” de José Obregón. Así se trataba de que aparecieran los tipos indígenas idealizados de acuerdo con el molde clásico.

Pelegrín Clavé intentó realizar pintura mural, y con sus discípulos, decoró el Templo de la Profesa en la Ciudad de México, destruidas por el fuego en 1915.

El pintor y académico mexicano Juan Cordero, realizó obras de grandes dimensiones como “La mujer adúltera” y “Colon ante los reyes Católicos”, esta ultima de tema histórico.

Juan Cordero fue el correspondiente a la esposa de Antonio López de Santa Anna, donde se observan líneas con cierta suavidad, de índole romántico. Juan cordero y José Luis Rodríguez Alconada fueron los representantes de la pintura académica de mediados del siglo XIX con obras consideradas de calidad.

 

"Candelabro de Oaxaca", 1881 de Jose Maria Velasco. Óleo sobre tela.

Santiago Rebull, creador de las pinturas de Maximiliano de Habsburgo y de su esposa Carlota Amalia, en Miramar pero su obra de mayor calidad fue el cuadro de Tema Histórico “La muerte de Marat”. Formo una importante corriente de discípulos nacionales, entre ellos José María Velasco, el más grande paisajista mexicano del siglo XIX, el cual mostro su profundidad espacial y una amplia gama cromática, en su obra “Belleza del Valle de México y sus alrededores”. Velasco también introdujo en sus paisajes temas históricos del pasado indígena, del periodo colonial y aspectos del progreso moderno del siglo XIX. En conclusión, Velasco representó el estilo moderno del arte mexicano.

El romanticismo y las preocupaciones históricas de este periodo, así como las inquietudes de índole religiosas dominaron en los seguidores del arte pictórico, como Manuel Ocaranza.

 

"La muerte de Marat" de Santiago Rebull, 1875

Al lado de la producción de la pintura Académica, floreció la pintura llamada “popular “que alejada del academismo surgía espontáneamente. Sus exponentes dependían más de sus propias habilidades que de sus propios conocimientos.

Dentro de la Pintura Popular figuran los llamados exvotos o retablos obras religiosas dedicadas a la virgen María o a los santos, por las gracias concedidas; estas creaciones son hechas generalmente sobre láminas de pequeñas dimensiones y con brillantes colores.

 

Exvoto, representacio  polpular, donde se dibuja el milagro recibido a través de una pintura.

El nuevo arte pictórico, de índole romántico, está representado por los artistas como Julio Rellos que son considerados precursores del muralismo mexicano.

Escultura

En el siglo XIX, la Academia de Bellas Artes aportó esculturas que imitaban formas que imitaban formas de arte grecorromano. Destacó en ello el maestro Manuel Vilar, formado en Roma.

El escultor Miguel Noreño fue discípulo de Vilar. Su obra maestra fue la estatua de “Cuauhtémoc”, situada sobre paseo de la Reforma de la Ciudad de México. A fines del siglo XIX, Jesús F. Contreras; discípulo de Noreña enfatizó el romanticismo en dos esculturas de mármol.

 

"Martirio de Cuautémoc" de Gabriel Guerra

La escultura del siglo XIX se desarrolló dignamente dentro del clasicismo.

 

Arquitectura

La arquitectura en el siglo XIX fue poca y las obras que se construyeron fueron de gran calidad. A la Academia se incorporó Javier Cavallari durante 1856-1864. Formo un grupo de buenos arquitectos, además introdujo normas clásicas, dejó  una obra con diseño a la italiana, de la Academia o más bien de la Escuela de Bellas Artes, como se llamó en esa época, en la actualidad  Escuela de Artes Plásticas.

El arquitecto más importante de la mitad de mediados del siglo XIX fue Lorenzo de la Hidalga, de origen español, una de las obras arquitectónicas fue el antiguo teatro Nacional.

"Escultura de Cuauhtemoc" de Miguel Noreña

Grabado

El grabado mexicano que hizo de manera independiente de la academia, lo inicio Gabriel Gahona, originario de Mérida.

El grabado en lámina floreció con el movimiento, como ejemplo tenemos el plano de la ciudad de México que fue levantado por García Conde y grabado por Joaquín Fregat en 1807.con la inestabilidad de la Academia, el arte del grabado decayó hasta que en 1855 vino el maestro inglés Jorge Agustín Periam.

 

"Fachada de la Academia de San carlos" de Javier Caballari.

Disolución del romanticismo

A finales del siglo XIX el romanticismo inicia poco a poco a terminar su periodo y en su lugar surge la necesidad por lo propio, es decir por inspirarse en la vida mexicana, por expresarse sin tener que recurrir a temas extraños. Se pasa de la belleza clásica a la idea de otras formas que también son bellas por ejemplo las mexicanas.  

 

 "La entrada de madero a México" de Leopoldo Méndez.